martes, 29 de noviembre de 2011

Distracciones del discípulo

El discípulo deja de hacer lo que el Señor quiere que haga debido principalmente a que se distrae haciendo cosas que su maestro no le ha pedido.

Estas distracciones producen que saque su mirada de su objetivo, se desenfoca y como el camino que debe seguir es angosto, se sale de él.

Mateo 7 13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.


La distracción genera una pérdida de disciplina en el área en que se produjo, y retomar esa disciplina cuesta tanto como cuesta el producirla. La distracción hace perder el enfoque, hace que nos desubiquemos.



Las distracciones varían según la edad ya que cuando un adulto se distrae, se distrae por un lapso mayor que alguien joven o un niño, por tanto, debemos reconocer aquellas distracciones antes de que produzcan su fruto.

Tipos de distracciones

Veamos ahora algunos de los casos más típicos de distracción:

· Perder el tiempo mirando a los demás
Cuando dejamos de enfocarnos en lo que el Señor hace con nosotros y miramos al de al lado, en sus frutos, su ministerio, su crecimiento, etc. dejamos que la distracción nos impida ver el trabajo que el Espíritu Santo está haciendo con nosotros.

· Herida o trauma
Vienen sin que uno las busque pero si no se enfrentan y sanan prontamente distraen de igual forma.

· Nuestra voluntad
Un área de distracción fuerte es el hacer lo que se supone que debemos hacer pero que Dios no nos ha pedido, o sea se supondría que es bueno delante de Dios, pero aun así si El no nos lo pide, eso nos distrae.

· Falta de propósito
La falta de propósito nos distrae, así como a Israel en el desierto. Cualquier viento se lo lleva y lo arrastra.

· Preocupaciones
Otra área son los afanes de la vida, las preocupaciones, nos hacen distraernos al preocuparnos por problemas que Jesús dijo que no eran motivo de preocupación (como cuando maría escuchaba la palabra en vez de ayudar a su hermana a lavar platos, la otra se quejo, mas le dijo que su hermana había escogido la buena parte). Una preocupación es estéril porque no da fruto, mas el esperar en el Señor trae fruto de paciencia.

· El corazón
El que no gobierna sobre su corazón no puede gobernar sobre los temas del Señor. El corazón es lo más engañoso que existe. Es esa área emocional que provoca que perdamos la fortaleza, la seguridad y la visión en determinados momentos.

· Hambre de otras cosas que no sean Dios
Hambre del mundo Hambre de los placeres de la carne.

Debemos tener en cuenta que toda distracción por más pequeña que sea traerá consecuencias a nuestro caminar en Dios. Seamos como las virgenes prudentes que velan siempre por Su Amado y no durmamos porque nuestro enemigo anda como león rugiente en busca de devorarnos.

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